Melanie Adele Martínez nació hace 20 años en Nueva York aunque sus raíces están en Puerto Rico y República Dominicana. Se considera cantante y fotógrafa y lo que está claro es que la palabra que mejor le define es creatividad. Con una personalidad muy marcada tiene claro lo que le gusta y lo demuestra a través de una imagen muy particular.
Era una niña cuando empezó a cantar y tocar la guitarra y en la adolescencia ya se paseaba por los locales de micrófono abierto de Long Island. Pero el empujón que necesitaba llegó cuando decidió presentarse a las audiciones de la edición norteamericana de La Voz. Se presentó con una versión jazz del Toxic de Britney Spears. Tres de los cuatro coaches se giraron y ella se quedó con Adam Levine que había alucinado con su interpretación.
Tras quedar eliminada, cuando ya sólo quedaban 6 concursantes, se embarcó en una gira acústica en 2013 en la que interpretaba versiones que había hecho en el programa y temas propios. Finalmente fichó con Warner que en 2014 publicó su primer EP. Su primer single fue Dollhouse y ella misma lo describió como 'heavy child' e incluía sonidos infantiles, un tanto inquietantes, hechos con pianos para bebé, cajas de música y juguetes varios. Y es que Martínez siempre ha confesado una conexión muy fuerte con su infancia.
Su música se mueve entre el indie folk y el pop alterntaivo y ha señalado como fuentes de influencia a Kimbra, Feist, Regina Spektor y Lana del Rey, mujeres con mucho carisma, como ella. Si su música no ha logrado cautivarte todavía, seguro que sí lo ha hecho su potente imagen. Exhibe un pelo a dos colores que no está dispuesta a dejar de lado y no es difícil verla vestida con cabezas de muñecas, cosas peludas, medias de encaje, vestidos de Peter Pan con cuello o biberones, entre multitud de elementos más. De hecho, ella se describe así misma como una Lolita infantil de 1950.
Este agosto de 2015 ha lanzado su primer álbum, Cry baby, que, a diferencia del EP, ha tenido la suficiente repercusión como para debutar en el nº6 de Billboard convirtiéndose en la entrada más fuerte de la semana. Son sólo datos pero le respalda una visión muy particular de la vida y la música que seguro que no pasará desapercibida.
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