Caitlyn Jenner recibió el premio al coraje 'Arthur Ashe' en los ESPY Awards, que organiza la cadena ESPN. Después de proyectar imágenes de los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, cuando aún era un hombre y se llamaba Bruce, Caitlyn pronunció un demoledor discurso sobre su cambio de género y las tragedias que rodean a la comunidad transgénero. Poco podemos añadir a sus palabras.
Reproducimos a continuación su discurso:
"Hasta hace unos meses, nunca había conocido a nadie transexual, a nadie como yo. Nunca. Siempre lidié con mi situación en privado. Pero he conseguido convertir este viaje en algo increíblemente educacional. Me ha abierto los ojos. Me ha inspirado, pero también me ha dado miedo.
En este país, y en todo el mundo, en este mismo momento, hay gente joven intentando aceptar su transexualidad. Están aprendiendo que son diferentes. Y están intentando averiguar cómo manejar eso. Y, por encima de todos esos problemas, están siendo acosados. Están siendo golpeados. Están siendo asesinados. Y están suicidándose.
El mes pasado el cuerpo de Mercedes Williamson, una joven mujer transexual, fue encontrado en un campo de Mississipi apuñalada hasta la muerte. También quiero hablados de Sam Taub, un joven de 15 años de Bloomfield, Michigan. En abril, Sam se quitó la vida. La historia de Sam me afectó particularmente porque su muerte tuvo lugar unos días antes de que ABC emitiese mi entrevista con Diane Sawyer. Cada vez que esto ocurre la gente se pregunta: ¿pudo haber sido diferente? ¿Hacer esto más visible podría hacer que las cosas cambien? Nunca lo sabremos.
Pero si hay una cosa que yo sé sobre mi vida es el poder de los focos. A veces te supera, pero con la atención llega la responsabilidad. Lo que haces y lo que dices es observado y absorbido por millones de personas, especialmente jóvenes. Soy consciente de mi responsabilidad a la hora de contar mi historia de la manera correcta, de seguir aprendiendo, de hacer todo lo que haga para cambiar el modo en que la gente transexual es vista y tratada. Y, sobre todo, promover una idea muy simple: aceptar a la gente tal y como es. Aceptarla aunque sea diferente.
Mi petición esta noche es que os unáis a mí y lo hagáis vosotros también. ¿Cómo empezamos? Con educación. Aprende todo lo que puedas sobre los demás para entenderlos mejor. Sé que la gente en este lugar tiene respeto por el trabajo duro, por el entrenamiento, por atravesar algo difícil para alcanzar la meta que ansiaban. Yo entrené fuerte. Competí. Por eso la gente me respetó. Pero esta transición ha sido más dura para mí de lo que nadie pudo haber imaginado. Y ese es el caso de mucha otra gente. Solo por esa razón la gente transexual se merecen algo vital: se merecen vuestro respeto.
Y de ese respeto saldrá una comunidad compasiva, una sociedad más empática. Y un mundo mejor para todos nosotros. […] Hay tantos que han hecho esto antes que yo: de Chaz Bono a Laverne Cox… y quiero darles las gracias públicamente. También quiero reconocer públicamente a todos los deportistas transexuales a los que hoy se les da la oportunidad de cumplir su sueño tal y como ellos son.
Aquí llega la parte dura. Quiero dar las gracias a mi familia. El mayor desafío a la hora de decir la verdad sobre mí fue no herir a nadie. Sobre todo, mi familia y mis hijos. Siempre quise que mis hijos estuviesen orgullosos de su padre por lo que había conseguido en la vida. Me habéis respetado tanto. Estoy tan agradecida de teneros en mi vida. ¡Gracias!
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